Tensa noche en la gala de los premios Oscar 2022 después de que Will Smith, ganador por la película ‘El método Williams’, le pegara un puñetazo a Chris Rock, sobre el mismísimo escenario del teatro Dolby, tras bromear sobre el corte de pelo de la mujer de Smith, Jada Pinkett. La cara de la intérprete fue de pocos amigos, y su marido, con el que ha protagonizado varias polémicas sobre su relación (abierta, al parecer), reaccionó de la forma más inesperada.
«Deja el nombre de mi mujer fuera de tu puñetera boca», gritó el actor que saltó a la fama tras protagonizar El Príncipe de Bel Air. Visiblemente emocionado quiso rectificar tras la agresión.
«En este momento de mi vida, estoy abrumado por lo que Dios me ha pedido que haga y sea. Amar, proteger y ser un río para mi gente. El amor te hace hacer cosas increíbles. Espero que me vuelvan a invitar«, dijo entre lágrimas. Además, Will Smith quiso poner a Richard Williams como ejemplo de padre por el esfuerzo y cariño que dedicó a sus hijas.
El mundo entero, delante de la pequeña pantalla, enmudeció. Había algunas risas y sonrisas incómodas. Nadie sabía a ciencia cierta si el asunto pertenecía al ‘show’ o si fue un golpe verdadero.
Con el paso del tiempo, quedó claro que no era un montaje (la propia producción de la gala reconoció que nada de eso estaba preparado). Pinkett Smith lleva el pelo rapado por problemas de alopecia, algo que anunció a finales del pasado año.
La emisión acabó por ir a los anuncios. En el entreacto, quienes estaban en el teatro de Los Ángeles pudieron ver al también actor Denzel Washington, que estaba muy cerca de Smith y de su mujer, acudir a tranquilizar a la pareja. También acudió la jefa de prensa de Smith, Meredith Sullivan.
Nadie de la Academia exigió al actor que dejara la sala. Un factor complicaba más el asunto: Smith estaba nominado a mejor actor por su papel en ‘King Richard’, donde dio vida a Richard Williams, el padre de las tenistas Serena y Venus Williams.
Se regresó de los anuncios y Jessica Chastain recibió el premio a la mejor actriz. Era el turno de la categoría masculina. Samuel L. Jackson, Uma Thurman y John Travolta salieron a presentar el premio. Entre los nominados estaba Javier Bardem, que asistió en primera línea a la bofetada. « Y el Oscar va para… ¡Will Smith!», anunció Thurman.
El actor se besó con su mujer agraviada y salió al escenario. Mientras que la Academia se esfuerza en que los agradecimientos duren pocos segundos, como mucho un minuto, el de Smith duró más de cinco. Entre lágrimas, de principio a fin. Pidió perdón a la Academia, pero no a Rock, el agredido. Confesó lo que Denzel Washington le dijo en ese corte publicitario: «En tus mejores momentos, ten cuidado, ahí es cuando el demonio viene a por ti». Acababa de ganar su primer Oscar al mejor actor, pero sabía que la historia le recordaría por el golpe. Justificó el guantazo porque tiene que «proteger» a su familia y reconoció que podía haber parecido «un loco», como lo pareció Richard Williams. «Pero el amor te hace hacer locuras».
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